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domingo, 1 de septiembre de 2013

Prevención y tratamiento de la celulitis

La prevención se basa fundamentalmente en corregir, en la medida que sea posible, los factores que predisponen a la celulitis.

Alimentación. Los aspectos dietéticos a tener en cuenta en caso de celulitis consisten básicamente en seguir una alimentación correcta y equilibrada. El régimen solo será bajo en calorías cuando realmente exista un exceso de peso; si el peso es normal bastará modificar los errores alimenticios.

Existe un conjunto de indicaciones que suelen ser muy eficaces a la hora de paliar el riesgo de celulitis. Son los siguientes:

Repartir la ración alimentaria diaria en tres o más comidas, sin olvidar nunca el desayuno (el desayuno ideal es a base de frutas, cereales y yogur).

Comer a diario alimentos ricos en fibra, principalmente frutas y verduras frescas.

Disminuir el aporte de grasas al organismo y sustituir las grasas de origen animal por las de origen vegetal, como el aceite de oliva.

Beber unos dos litros de agua al día (también pueden ser infusiones).

Comer con poca sal para evitar la retención de líquidos.

Evitar el sedentarismo y practicar ejercicios de forma regular es un excelente medio para prevenir y combatir la celulitis.

La gimnasia de mantenimiento, la natación, hacer bicicleta o simplemente andar una hora al día nos ayuda a estimular la circulación, quemar grasas y reafirmar las capas profundas de la piel.

Por el contrario, algunos hábitos predisponen a la aparición de celulitis. Son los siguientes:

Comer mucho durante la cena y poco o nada en el desayuno.

Consumir pastelería o bollería.

Beber más de dos tazas de café al día.

Tomar demasiadas grasas animales (carne de cerdo, embutidos, quesos).

Comer muy rápido, sin masticar bien los alimentos.

En caso de sobrepeso, habrá que tener en cuenta las siguientes indicaciones:

Hacer una dieta cuya continuidad sea fácil.

Procurar no descender nunca de las 1,000 calorías diarias sin una supervisión médica.

Mantener un equilibrio alimentario.

No perder más de cinco kilos al mes sin control médico.

De este modo, no tendremos nunca el disgusto de encontrarnos con zonas flácidas o áreas que han pasado de una celulitis dura a una celulitis blanda, y que no hayan remediado el problema.

Masaje. El masaje es muy interesante para mejorar la elasticidad de la piel. Los trastornos circulatorios que existen en personas predispuestas a la celulitis se pueden controlar mediante el masaje. En celulitis ya establecidas habrá que asociarlo a otras técnicas.

El drenaje linfático por el método del doctor Emil Vodder, expuesto en el año 1932, es el más  aconsejable porque estimula la circulación linfática, reduciendo el edema o acumulo de líquido que presenta la celulitis edematosa y blanda. Consiste en pases muy suaves y rítmicos por la zona que debe tratarse.

Hay que evitar los masajes fuertes y violentos, ya que no deshacen la grasa y pueden provocar una relajación del tejido conjuntivo y la aparición de hematomas o morados (que provocaran alteraciones tanto estéticas como funcionales).

Hidroterapia. La aplicación de chorros de agua, los baños de burbujas y los masajes subacuáticos son un tipo de masaje que, en vez de aplicarse con las manos, se realiza con el agua. La hidroterapia contribuye a reafirmar la piel y a prevenir y reducir la celulitis.

Las terapias termales, aunque por si solas difícilmente eliminaran una celulitis avanzada, son muy interesantes para potenciar otros tratamientos, como puede ser la aplicación de barros sulfurados, bromoyodados, con limos marinos o con algas.

Plantas medicinales. Las plantas medicinales para el tratamiento de la celulitis pueden aplicarse a nivel tópico, es decir, sobre la piel o tomar por vía interna en forma de infusión.

Hay bastantes plantas que pueden ser eficaces. A continuación se detallan algunas de las más recomendadas:

a.  El fucus (fucus vesiculosus) es una alga con alto contenido en yodo. Administrada por vía interna parece estimular el metabolismo energético, ya que reduce la grasa corporal, aplicada localmente ejerce un efecto tonificante y descongestivo que ayuda a reducir el volumen del tejido adiposo.

b. La hiedra (Hedera hélix) y el enebro (juniperus communis) producen sobre la piel un efecto rubefaciente que estimula la circulación superficial, lo cual es muy beneficioso para la celulitis.



   c. La cola de caballo (Equisetum arvense) Posee propiedades diuréticas que la hacen adecuada para combatir la celulitis con retención de líquidos. Al mismo tiempo, por su alto contenido en sílice, ejerce un efecto remineralizante que ayuda a combatir la flaccidez.

   d. El abedul Tiene un efecto diurético y lipolítico (ayuda a eliminar grasa). Puede tomarse en infusión o aplicarse tópicamente.

Oligoelementos. Los oligoelementos son sustancias minerales que necesitamos en cantidades ínfimas. Actúan como catalizadores de muchas reacciones químicas del organismo. En terapéutica se usan principalmente cuando hay alteraciones de tipo metabólico. Las preparaciones que contienen zinc, níquel y cobalto son útiles cuando existe un sobrepeso asociado a la celulitis.

Productos anticelulíticos caseros. Si tenemos una celulitis incipiente o queremos prevenir su aparición, nos serán de mucha utilidad algunos de los siguientes remedios que podemos elaborar en casa. En celulitis más avanzados, posiblemente necesitaremos ayuda externa.

Algunos consejos

Psicología. Evitar los conflictos que provocan ansiedad, ya que pueden traducir en accesos de bulimia, especialmente por los dulces. Si es necesario, podemos practicar técnicas antiestrés como la relajación, la meditación o el yoga.

Ropa. Hay que evitar las prendas demasiado ajustadas porque pueden representar un obstáculo para la circulación, sobre todo a la altura de las piernas, por lo que deben evitarse los calcetines apretados y las fajas.

Sueño. El sueño debe ser suficiente y reparador. Dormir siete u ocho horas al día reduce el nivel de estrés.

Tóxicos. Hay que disminuir al máximo el consumo de café, tabaco, alcohol, etc.

Tránsito intestinal. Hay que evitar el estreñimiento tomando alimentos ricos en fibra y bebiendo agua en abundancia.

Aceite para masaje anticelulítico

Ingredientes:
7 cucharadas de aceite de almendra dulces
3 cucharadas de aceite de limón
1 cucharada de zumo de pomelo

Elaboración y aplicación

Se mezclan bien todos los ingredientes y se aplica sobre la zona afectada dando un masaje.

El masaje debe de realizarse con un guante de crin, ya que de este modo se activa la circulación en la zona celulítica y se tonifica la piel. El masaje debe hacerse siempre en círculos y sin apretar demasiado. No es bueno presionar demasiado los tejidos celulíticos.

Loción anticelulítica

Ingredientes:
1 L de alcohol de 40°
1 cucharada de cola de caballo
1 cucharada de enebro
1 cucharada de fucus
1 cuchada hiedra

Elaboración y aplicación

Se mezclan todos los ingredientes y se ponen a macerar en alcohol durante un mes. Pasado este tiempo, se filtra y se diluye al 50 % con agua. La loción debe aplicarse dos veces al día.

Compresas de plantas anticelulíticas

Ingredientes:
Una cucharada sopera de hiedra
Una cucharada de fucus
Una cucharada de cola de caballo

Elaboración y aplicación

Se calienta un litro de agua y, cuando rompa a hervir, se vierten las plantas. Al cabo de unos minutos, se apaga el fuego y se deja reposar la infusión durante una hora por lo menos.

Cuando la infusión se haya enfriado, se empapa bien una toalla fina o un trapo de algodón y se aplica en la zona afectada durante media hora. Se puede colocar encima un papel osmótico para que se sujete bien y para que no se evapore el agua.


                                  
  



         

sábado, 31 de agosto de 2013

Formación de la celulitis

La celulitis aparece lenta y progresivamente. Si no intentamos prevenirla o detenerla aumentara con los años. El curso de su evolución suele coincidir con la actividad hormonal femenina.

En los primeros estadios, que en mujeres predispuestas pueden comenzar incluso en la pubertad, la piel de las zonas donde se acumula la grasa aparece espesa y con cierta tensión, debido a que el  tamaño de las células grasas aumenta demasiado. Con el paso del tiempo y en estadios sucesivos, empiezan las alteraciones circulatorias y la formación de nódulos fibrosos, apareciendo la llamada <<piel de naranja>>

Tipos de celulitis

No todas las celulitis son iguales ni evolucionan del mismo modo. Pueden variar según la constitución de la persona y los hábitos higiénicos y dietéticos. En la práctica se observan tres tipos de celulitis:

Celulitis compacta. Es dura al tacto. Cuando se toca se aprecia una tenue estructura granulosa bajo los 
dedos. Parece como si estuviera adherida al musculo, ya que no se modifica en posición acostada. Si presiona, puede doler.



Se localiza en la mitad inferior del cuerpo, sobre todo en los muslos y en la zona interna de las rodillas. Suele afectar a mujeres jóvenes que muchas veces no son obesas, ni siquiera tienen sobrepeso, conservan un buen estado físico y poseen una buena musculatura.

Celulitis edematosa. En ella se aprecia una consistencia pastosa. Duele con solo tocarla e incluso a veces sin tocarla. Suele ir asociada a problemas circulatorios en las piernas, como retención de líquidos, varices o pequeñas venas varicosas, sensación de pesadez de piernas, calambres y tendencia a los hematomas al mínimo golpe. Afecta a los muslos, pero en casos muy avanzados también podemos encontrarla en la zona que va del tobillo a la rodilla, dando entonces aspecto de columna a la pierna.

Celulitis blanda. Es blanda, esponjosa, se mueve al pasar de la posición de pie a la acostada, nunca duele y suele situarse en la parte entrena de los muslos y en los brazos. A menudo se asocia a una musculatura atrófica y a una piel con estrías. Es bastante frecuente a partir de los cuarenta años en mujeres sedentarias, aunque también puede ser resultado de la evolución de una celulitis compacta no tratada o consecuencia de un adelgazamiento mal llevado (realizado con demasiada rapidez o siguiendo un tratamiento inadecuado).               


Las Causas de la celulitis

Con la edad, muchas mujeres presentan celulitis, independientemente de su origen étnico.

Según algunos estudios, hasta el 90 % de las mujeres por encima de los 30 años presentan alguna forma de celulitis en el cuerpo. Sin embargo, en África, la incidencia es mucho más baja. Esto nos demuestra que la celulitis está ligada, entre otras cosas, a factores hereditarios y constitucionales. Sin embargo, el factor genético por sí solo no da lugar a celulitis a menos que se interpongan alguno o algunos de los siguientes factores:

Factores hormonales. Estos son evidentes si tenemos en cuenta que la celulitis afecta mucho más a la población femenina. Por otra parte, la incidencia de celulitis aumenta en las fases más significativas del ciclo hormonal, como la pubertad, el embarazo o la menopausia, así como durante la toma de anticonceptivos orales.

Factores dietéticos. Aunque hay una relación clara entre sobrealimentación y aumento de peso, la relación entre sobrealimentación y celulitis no esta tan clara; todos conocemos a alguna mujer obesa que no tiene celulitis y otra que, por el contrario, padece celulitis a pesar de estar delgada. De ello se deduce que la celulitis tiene más relación con los hábitos tóxicos (alcohol, tabaco) y con una alimentación inadecuada que con el exceso de comida.



Factores circulatorios. Cuando existe alguna alteración del sistema circulatorio, como varices, piernas pesadas o dificultad de drenaje linfático (eliminación de líquidos) a la altura de las piernas, aparece una mayor tendencia a la celulitis. A veces se produce un círculo vicioso: a peor circulación, mayor celulitis; a mayor celulitis, peor circulación.

Factores posturales. Una exageración en la curvatura de la zona lumbar provoca distintas alteraciones en el cuerpo, como una tendencia a adelantar la cabeza y el cuello y un abombamiento del abdomen. Estas posturas distorsionadas son otra causa de celulitis.

Factores psicológicos. La experiencia nos dice que la celulitis afecta en mayor medida a mujeres emocionalmente inestables, con problemas de ansiedad e insomnio. La explicación es que la presencia de algunas sustancias del sistema nervioso que parecen influir en la distribución de la grasa en el organismo, aumentan en ciertos casos de angustia.
Por último, no olvidemos que el estrés, la fatiga y el sedentarismo (falta de ejercicio físico) son también elementos que favorecen la aparición de celulitis.

            

miércoles, 24 de julio de 2013

Celulitis Infecciosas

Las celulitis infecciosas se deben a infecciones subcutáneas producidas por diversos gérmenes (estreptococo o estafilococo).

Pueden guardar relación con una herida en la piel, en personas susceptibles (diabéticos) o con una higiene precaria. 

La forma aguda (erisipela) se caracteriza por placas rojas, calientes, duras y dolorosas.

Afecta sobre todo a las extremidades inferiores, pero puede aparecer también en la cara o el cuero cabelludo. 

La fiebre elevada (40 °C) y un estado general alterado indican la necesidad de administrar un tratamiento antibiótico de urgencia o, incluso, de hospitalizar al paciente.

Liposucción

Es una técnica quirúrgica que permite disminuir los excesos de grasa de la hipodermis y que cada vez se emplea más.

Se practica con anestesia local o, con menos frecuencia general. Después de anestesiar a la paciente, se introduce un instrumento que sirve para efectuar punciones en las masas grasas que hay que vaciar. 

Se emplea, entonces, un aspirador potente, que elimina el contenido graso en exceso.


Esta técnica puede aplicarse si se respetan ciertas condiciones (zonas limitadas, respecto del tejido subcutáneo y límites razonables de cantidades aspiradas). 

Pero no hay que olvidar que la celulitis no constituye más que un trastorno estético y que toda intervención agresiva es susceptible de dejar secuelas.   

Celulitis

La celulitis es una alteración de algunos tejidos de la piel, que presenta una consistencia blanda y aspecto alcolchado.

Aparece sobre todo en las mujeres, en la zona de las nalgas y los muslos.

El termino celulitis también designa la infección del tejido situado bajo la piel.

La celulitis <<estética>> es una alteración crónica de la piel que afecta a la dermis y, sobre todo, a la hipodermis.

Mecanismo

El mecanismo de aparición de la celulitis no se conoce bien, pero parece abarcar dos fases. En primer lugar, las células grasas (adipocitos) se inflan por el almacenamiento de ácidos grasos de origen alimentario (triglicéridos) y comprimen el tejido de sostén que las rodea.

Este tejido conjuntivo está rodeado por vasos linfáticos y sanguíneos, que también están comprimidos.
En segundo lugar, toda esta estructura se deteriora, lo que causa hinchazón (edema) y, posteriormente, un engrosamiento del tejido conjuntivo.

Este acaba por endurecerse y volverse fibroso, lo que provoca un acolchamiento visible (la famosa << piel de naranja >>). 

Causas

Todos estos fenómenos están relacionados con una serie de factores que pueden asociarse, La herencia es una causa evidente en algunas familias, en las cuales la celulitis se transmite de madres a hijas.

Los trastornos de la circulación venosa y linfática también pueden favorecer la aparición de celulitis. Los desequilibrios alimentarios pueden influir en este sentido, lo mismo que el estrés, que favorece el almacenamiento de grasas en el organismo.

Los trastornos hormonales, especialmente el exceso de estrógenos, que favorecen la absorción y la retención de agua en el tejido conjuntivo, agravan por lo general la aparición de la celulitis.

Descripción

La celulitis puede afectar a ambos sexos, pero aparece sobre todo en la mujer: el 90 % de la población femenina esta afectada.

Aparece en la pubertad: la piel se vuelve roja y granulosa, sobre todo en los muslos y las nalgas. 

Entre los 25 y los 50 años, la celulitis adquiere un aspecto blando y después fláccido, con bultos bajo la piel que se acentúan; la piel está cada vez más acolchada (piel de naranja). Puede aumentar durante los embarazos.

La celulitis se localiza en las caderas, las nalgas y la cara externa de los muslos. A menudo se vive como un verdadero drama estético y origina numerosos complejos ante los criterios de belleza actuales.

Tratamiento

El tratamiento debe tener en cuenta todos los factores responsables de la celulitis y exige tomar varias medidas.

La dieta recomendada consiste en disminuir el aporte de materias grasas y azucares de absorción rápida, para evitar el almacenamiento de grasas.

No hay que subestimar su eficacia, puesto que este tipo de dieta actúa en primer lugar sobre las células grasas situadas fuera de las zonas de la celulitis.

La actividad física especialmente la natación, que es el deporte más indicado también suele mejorar el aspecto de la piel.

El drenaje linfático y el uso de ropa de contención permiten estimular la circulación venosa y linfática, implicadas en la aparición de la celulitis.

Los masajes manuales con cremas que contienen sustancias destinadas a impedir el almacenamiento de grasas y a mejorar la circulación venosa también son útiles.


Las curas termales (tratamientos en piscina, hidromasajes y baños en fangos marinos) suelen resultar eficaces.