La prevención se basa fundamentalmente en corregir, en la
medida que sea posible, los factores que predisponen a la celulitis.
Alimentación. Los
aspectos dietéticos a tener en cuenta en caso de celulitis consisten
básicamente en seguir una alimentación correcta y equilibrada. El régimen solo
será bajo en calorías cuando realmente exista un exceso de peso; si el peso es
normal bastará modificar los errores alimenticios.
Existe un conjunto de indicaciones que suelen ser muy
eficaces a la hora de paliar el riesgo de celulitis. Son los siguientes:
Repartir la ración alimentaria diaria en tres o más comidas,
sin olvidar nunca el desayuno (el desayuno ideal es a base de frutas, cereales
y yogur).
Comer a diario alimentos ricos en fibra, principalmente
frutas y verduras frescas.
Disminuir el aporte de grasas al organismo y sustituir las
grasas de origen animal por las de origen vegetal, como el aceite de oliva.
Beber unos dos litros de agua al día (también pueden ser
infusiones).
Comer con poca sal para evitar la retención de líquidos.
Evitar el sedentarismo y practicar ejercicios de forma
regular es un excelente medio para prevenir y combatir la celulitis.
La gimnasia de mantenimiento, la natación, hacer bicicleta o
simplemente andar una hora al día nos ayuda a estimular la circulación, quemar
grasas y reafirmar las capas profundas de la piel.
Por el contrario, algunos hábitos predisponen a la aparición
de celulitis. Son los siguientes:
Comer mucho durante la cena y poco o nada en el desayuno.
Consumir pastelería o bollería.
Beber más de dos tazas de café al día.
Tomar demasiadas grasas animales (carne de cerdo, embutidos,
quesos).
Comer muy rápido, sin masticar bien los alimentos.
En caso de sobrepeso, habrá que tener en cuenta las
siguientes indicaciones:
Hacer una dieta cuya continuidad sea fácil.
Procurar no descender nunca de las 1,000 calorías diarias
sin una supervisión médica.
Mantener un equilibrio alimentario.
No perder más de cinco kilos al mes sin control médico.
De este modo, no tendremos nunca el disgusto de encontrarnos
con zonas flácidas o áreas que han pasado de una celulitis dura a una celulitis
blanda, y que no hayan remediado el problema.
Masaje. El masaje
es muy interesante para mejorar la elasticidad de la piel. Los trastornos circulatorios
que existen en personas predispuestas a la celulitis se pueden controlar
mediante el masaje. En celulitis ya establecidas habrá que asociarlo a otras técnicas.
El drenaje linfático por el método del doctor Emil Vodder,
expuesto en el año 1932, es el más aconsejable
porque estimula la circulación linfática, reduciendo el edema o acumulo de líquido
que presenta la celulitis edematosa y blanda. Consiste en pases muy suaves y rítmicos
por la zona que debe tratarse.
Hay que evitar los masajes fuertes y violentos, ya que no
deshacen la grasa y pueden provocar una relajación del tejido conjuntivo y la aparición
de hematomas o morados (que provocaran alteraciones tanto estéticas como
funcionales).
Hidroterapia. La aplicación
de chorros de agua, los baños de burbujas y los masajes subacuáticos son un
tipo de masaje que, en vez de aplicarse con las manos, se realiza con el agua.
La hidroterapia contribuye a reafirmar la piel y a prevenir y reducir la celulitis.
Las terapias termales, aunque por si solas difícilmente
eliminaran una celulitis avanzada, son muy interesantes para potenciar otros
tratamientos, como puede ser la aplicación de barros sulfurados, bromoyodados,
con limos marinos o con algas.
Plantas medicinales.
Las plantas medicinales para el tratamiento de la celulitis pueden aplicarse a
nivel tópico, es decir, sobre la piel o tomar por vía interna en forma de infusión.
Hay bastantes plantas que pueden ser eficaces. A continuación
se detallan algunas de las más recomendadas:
a. El fucus (fucus vesiculosus) es una
alga con alto contenido en yodo. Administrada por vía interna parece estimular
el metabolismo energético, ya que reduce la grasa corporal, aplicada localmente
ejerce un efecto tonificante y descongestivo que ayuda a reducir el volumen del
tejido adiposo.
b. La hiedra (Hedera hélix) y el enebro (juniperus communis) producen
sobre la piel un efecto rubefaciente que estimula la circulación superficial,
lo cual es muy beneficioso para la celulitis.
c. La cola de caballo (Equisetum arvense)
Posee propiedades diuréticas que la hacen adecuada para combatir la celulitis
con retención de líquidos. Al mismo tiempo, por su alto contenido en sílice,
ejerce un efecto remineralizante que ayuda a combatir la flaccidez.
d. El abedul Tiene un efecto diurético y lipolítico
(ayuda a eliminar grasa). Puede tomarse en infusión o aplicarse tópicamente.
Oligoelementos. Los oligoelementos son sustancias minerales que necesitamos
en cantidades ínfimas. Actúan como catalizadores de muchas reacciones químicas
del organismo. En terapéutica se usan principalmente cuando hay alteraciones de
tipo metabólico. Las preparaciones que contienen zinc, níquel y cobalto son útiles
cuando existe un sobrepeso asociado a la celulitis.
Productos anticelulíticos caseros. Si tenemos una celulitis
incipiente o queremos prevenir su aparición, nos serán de mucha utilidad
algunos de los siguientes remedios que podemos elaborar en casa. En celulitis más
avanzados, posiblemente necesitaremos ayuda externa.
Algunos consejos
Psicología. Evitar los conflictos que provocan ansiedad, ya que
pueden traducir en accesos de bulimia, especialmente por los dulces. Si es
necesario, podemos practicar técnicas antiestrés como la relajación, la meditación
o el yoga.
Ropa. Hay que evitar las prendas demasiado ajustadas porque pueden
representar un obstáculo para la circulación, sobre todo a la altura de las
piernas, por lo que deben evitarse los calcetines apretados y las fajas.
Sueño. El sueño debe ser suficiente y reparador. Dormir siete u
ocho horas al día reduce el nivel de estrés.
Tóxicos. Hay que disminuir al máximo el consumo de café, tabaco,
alcohol, etc.
Tránsito intestinal. Hay que evitar el estreñimiento tomando
alimentos ricos en fibra y bebiendo agua en abundancia.
Aceite para masaje anticelulítico
Ingredientes:
7 cucharadas de aceite de almendra
dulces
3 cucharadas de aceite de limón
1 cucharada de zumo de pomelo
Elaboración y aplicación
Se mezclan bien todos los
ingredientes y se aplica sobre la zona afectada dando un masaje.
El masaje debe de realizarse con
un guante de crin, ya que de este modo se activa la circulación en la zona celulítica
y se tonifica la piel. El masaje debe hacerse siempre en círculos y sin apretar
demasiado. No es bueno presionar demasiado los tejidos celulíticos.
Loción anticelulítica
Ingredientes:
1 L de alcohol de 40°
1 cucharada de cola de caballo
1 cucharada de enebro
1 cucharada de fucus
1 cuchada hiedra
Elaboración y aplicación
Se mezclan todos los ingredientes
y se ponen a macerar en alcohol durante un mes. Pasado este tiempo, se filtra y
se diluye al 50 % con agua. La loción debe aplicarse dos veces al día.
Compresas de plantas anticelulíticas
Ingredientes:
Una cucharada sopera de hiedra
Una cucharada de fucus
Una cucharada de cola de caballo
Elaboración y aplicación
Se calienta un litro de agua y,
cuando rompa a hervir, se vierten las plantas. Al cabo de unos minutos, se
apaga el fuego y se deja reposar la infusión durante una hora por lo menos.
Cuando la infusión se haya
enfriado, se empapa bien una toalla fina o un trapo de algodón y se aplica en
la zona afectada durante media hora. Se puede colocar encima un papel osmótico para
que se sujete bien y para que no se evapore el agua.